10 de noviembre de 2010

MÁS ALLÁ DEL VARAL. NUESTRA RESPONSABILIDAD

En los últimos días, y debido al continuo debate cofrade sobre los submarinos en los tronos, me he hecho una serie de reflexiones sobre la forma de ser y el comportamiento del hombre de trono, que humildemente comparto ahora con vosotros. Los que tenéis ya un amplio rodaje en esto del varal y, sobretodo, los que habéis sido partícipes alguna vez del comienzo de un submarino, sois conscientes mejor que nadie de que los inicios suelen ser difíciles. Y más cuando se trata de algo diferente o innovador, porque siempre los hay reticentes al cambio y a la evolución y nunca nada es del agrado de todos.

Una vez se ha conseguido que funcione el submarino, ahora que se está institucionalizando y que en él se está confiando cada vez más, ahora que surge con fuerza de nuevo la afición al varal, debemos, creo, predicar con el ejemplo más que nunca. No ya para que los que vengan sigan esa línea y con el afán de hacer las cosas bien desde nuestro sentir cofrade, que también, sino porque se nos observa y juzga, porque el submarino ya no es ese lugar oculto, misterioso e inaccesible que pocos conocían; ahora se sabe de él, por tanto hay que tomárselo más en serio que nunca, para que su asentamiento total sea intachable.


De esta manera, no debemos bajar la guardia y trabajar a conciencia para que el fruto sea el mejor, dentro y fuera. Démonos un toque de atención y no perdamos de vista que no sólo trabajamos debajo, sino que lo que hacemos tiene su repercusión fuera. El cómo lo hagamos influye, aparte del resultado. Pongamos el máximo cuidado, desde antes de entrar en el trono, hasta incluso después de salir. Así, además de haber cumplido en el varal habremos dado ejemplo de saber estar, discreción y trabajo anónimo. No queramos correr, que el camino hay que recorrerlo poco a poco, despacito, con buena letra y avanzando siempre. Y aunque se reciban críticas, con mejor o peor intención, no olvidemos que en toda crítica siempre hay un mínimo de verdad, y hay que quedarse con eso para mejorar.


Ánimo y a seguir echándole corazón a lo nuestro. Y que no se diga que en los submarinos no hay seriedad, compromiso y buen hacer. Como hasta ahora vamos bien, pero sin perder de vista que se nos exige más que a nadie, porque es lo que destaca, lo novedoso –aunque a estas alturas no sea ninguna novedad-, pero con ese toro nos toca lidiar. ¡Seguro que se estará a la altura!

2 comentarios:

  1. Más allá de las diferencias que puedan haber en torno con el último debate de los submarinos (yo difiero en algunos puntos, lo reconozco), lo que debe de quedar es lo que compartimos, que es mucho más de lo que nos diferencia, es el amor al varal, y siempre al trabajo bien echo por Los Titulares que llevemos sobre nuestro hombro.

    Saludos de Cor_Hum

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  2. Lo mas importante es el compromiso y el respetar el submarino ya que como bien ha dicho Pablo, es un lugar oculto, misterioso e inaccesible que pocos conocían, así que a tomarselo mas en serio que nunca.

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