21 de febrero de 2011

El 'doble paso'

He querido denominar así, 'doble paso', a esa forma de andar que ya utilizan algunos tronos en Málaga, en determinadas partes de las marchas, cuando los hombres de trono aceleran el paso al doble de su cadencia habitual. Esto se produce con marchas que, en un momento concreto, aceleran su ritmo ya que han sido compuestas para el andar a costal y que se interpretan con 'cambios' de paso. Históricamente, aquí no se han interpretado de esa manera por parte de los hombres de trono, ejecutándolas con el movimiento habitual que tenemos en Málaga, con mecidas en el sitio y salidas, sí, pero sin salirnos de los cánones. Ahora, desde hace poco tiempo, y dentro de esa 'revolución' del andar de los tronos en Málaga a la que tantas veces aludimos, sí se está variando esa frecuencia de paso. Una de las últimas innovaciones bajo los varales.

En cuanto a la denominación, desconozco si en Málaga esta práctica posee un verdadero nombre. 'Doble paso' lo llaman en Cádiz, cuyo andar es muy similar al nuestro, casi idéntico, donde algunos pasos han incorporado esta forma de acompasar las marchas, como el del 'Ecce Homo' o el de Jesús Despojado de los Salesianos, más recientemente. Aquí en Málaga recuerdo al Cristo de la Esperanza en su Gran Amor con este paso, hace años, cosa que no cuajó, pero se ha consolidado recientemente con el misterio de la Sagrada Cena y el del Dulce Nombre. En los citados casos, cuando mecen de esta manera, lo hacen con varios pasos hacia delante y varios hacia detrás. Siempre con agrupación musical, porque en las marchas de éste género se marca especialmente ese compás que provoca el 'doble paso'.

Sobre esto cabe hablar mucho. Por un lado supone un gran avance en coordinación, trabajo en equipo y perfección de la técnica de los hombres de trono. No obstante, conlleva un resultado 'artístico', podríamos decir, que es susceptible de debate. En Málaga ha gustado, quizás porque quienes lo han hecho han sido cofradías de las llamadas 'muy malagueñas', de las que igualmente son bien recibidos los pulsos, o este 'doble paso'. Cara y cruz, lo autóctono y lo importado. Aparte, no cabe duda que esto ha calado en la gente, por lo que son visibles los aplausos. Humildemente, he de reconocer que a mi no me gusta. Me parece algo demasiado brusco y pienso que no se adecúa a nuestra estética. No me encaja, me chirría. Lo he visto en directo y en video, y le he prestado atención intentando cogerle el gustillo, pero no lo trago. Pero sobre gustos, los colores. Nada que reprochar.

Un abrazo a todos.

El misterio de la Sagrada Cena por la Plaza de la Constitución. Año 2010.


El misterio del Dulce Nombre por la Plaza de la Constitución. Año 2010.

13 de febrero de 2011

Momento de pellizco, en Cadiz.



Momento de pellizco, Jueves Santo del 2008, en la cuesta de Jaboneria la comparsa de lo gitanos del Puerto de Santamaria le canta un pasodoble al Nazareno de Cadiz, pasodoble que tambien cantaron en las tablas del Gran Teatro Falla.
Desde luego un momento muy curioso a la vez que bonito, pienso que nada esta de mas si se hace con respeto y devoción y este pasodoble delante del paso del Nazareno me parece que es algo que solo en nuestra Andalucía y nuestra Semana Santa puede ocurrir.

1 de febrero de 2011

Otra de cuestas, por la Cruz Verde

Hace algunos días saqué el tema de las cuestas. Calles con pendiente, más o menos acusada, que subían algunas cofradías. Hablamos de la Crucifixión y de su recogida por la calle Carrión, como principal referente, habiendo otros ejemplos como las hermandades que suben cuestas hacia Capuchinos o el Ejido, las victorianas, las que suben la Rampa de la Aurora y otros casos. Pero también es preciso señalar la dificultad de las cuestas hacia abajo.

Quizá no esté tan valorado, o no concentre tanta atención y observación por aquellos que buscan la maniobra complicada, como la curva cerrada, una doble curva, la calleja estrecha o la cuesta hacia arriba cuando los tronos vienen de vuelta y sus hombres agotados; ni arranque grandes aplausos, ni provoque tanta expectación, como la masiva acogida que tuvo el Prendimiento cuando decidió volver por la calle Carrión. Pero, desde luego, un trono cuesta abajo requiere de mucha maña por su complicación, y eso lo saben hermandades de barrios altos que tienen que recorrerlas.

Un ejemplo, la Cruz Verde, (o sus vecinas Peña, Mariblanca o Altozano). Varias son las hermandades que la transitan, hacia arriba o hacia abajo. La primera en pasar por esta calle es la Crucifixión, que la baja buscando el Centro en la tarde del Lunes Santo. El Martes Santo lo hace el Rocío, que desde el 2010, cuando empezó a abrir la jornada, decidió hacer la ida por ahí dejando la calle Victoria para la vuelta. Recordamos que antes la subía de recogida, protagonizando aquel clásico cierre de Martes Santo, en el que muchos cofrades acompañaban a la hermandad en su vuelta, de madrugada. El Viernes Santo se recorre este calle, tanto de subida como de bajada. Por la tarde lo hace el Calvario, que desde hace años baja por ese entramado de calles cuesta abajo. Y por la noche la sube el Amor, que también decidió recientemente alternar calle Victoria -a la ida- con esta parte del barrio -de vuelta-. Por cierto, ¿veremos algún día la Humildad por ahí?

Estas calles con pendiente, cuando se bajan, acarrean una serie de dificultades. No soy un experto en la materia, pero desde mi experiencia como hombre de trono de la Virgen del Calvario he vivido este tipo de calles. El peso se viene hacia la cabeza, por la inclinación, por lo que debe realizarse un esfuerzo añadido. No consiste en andar solo de frente, sino en cuidar los pasos, aguantar los kilos, no pegar bandazos, no perder la mecida y contener la inercia natural que supone ir hacia abajo. Es más complicado de lo que parece y requiere que la cabeza del trono trabaje bien. Son calles para hacerlas despacito y con cuidado; cualquier movimiento en falso, que en un llano pasa más inadvertido, en estos casos da muchísimo el cante. Hay que destacar que estas calles de las que hablamos tienen una complicación añadida, y es que alternan cuestas hacia arriba y hacia abajo.

Tres ejemplos: La Virgen del Rocío bajando por la Cruz Verde a la perfección. Y un punto muy curioso, la doble curva Cruz Verde -esquina Frailes- Peña (en su parte baja). Aquí vemos el Cristo de la Crucifixión y la Virgen del Calvario. Se viene bajando la Cruz Verde, se hacen ambas curvas en una parte llana y se comienza la calle Peña cuesta arriba. Momentos recomendados para quien guste de este tipo de maniobras.