13 de noviembre de 2010

Bendito cansancio, bendito dolor, bendita locura.


Cuando hablamos de Hombres de Trono, hablamos de Fé, amor, sentimiento, hablamos de cofrades, cristianos, hablamos de nazarenos de trono, pero tambien debemos hablar de cansancio, sufrimiento etc...

Ese cansancio, ese sufrimiento, ese dolor, al HOMBRE DE TRONO, lo fascina, lo enamora, lo atrapa, al buen hombre de trono el llegar a casa despues de un duro trabajo bajo un varal, si no le duele, si no está cansado, si no está sufriendo es como si le faltara la vida, la sensación es la de "he podido hacer mas", y el sabor amargo de que no "duele como debería doler" te deja la losa pesada de que no has ayudado a tus hermanos.

El Hombre de Trono se define por su trabajo mas que por su fé, sí, es así de frio el decirlo, pero es cierto, el Hombre de Trono desde que sale de su casa va concienciado que tiene que ayudar a sus hermanos a cargar, y ese trabajo no es facil, debe tener la responsabilidad sobre si mismo de saber que durante unas horas, no debe ser uno mas, debe saber y sabe que el es importante, que su trabajo no va a ser en vano y mientras mas enserio se lo tome, mas lo agradecerá despues.

El Hombre de trono, debe enseñar lo que sabe, a aquellos que requieren aprender, el hombre de trono llama la atención de aquel que se tanga, el Hombre de trono solo reza al principio y al final, durante su trabajo, solo trabaja. El hombre de trono respeta a aquellos que le mandan, el Hombre de trono es un hombre respetado por que sabe respetar, el hombre de trono es hombre de trono por que así lo quiso María Santisima y su Hijo.

El hombre de trono ofrece su cansancio, su dolor y su locura, como alabanza hacia Ellos, el hombre de trono no es mas ni menos que un hombre de trono, y que alguien venga y te pregunte, ¿tu que estilo de vida tienes?, y tu puedas decir "la de un hombre de trono" eso, para mi, no tiene precio.

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