19 de octubre de 2010

Amor propio y mucho corazón

El misterio de Jesús de la Paz, 'La Borriquita' de Cádiz, cambió este pasado año de capataz y por diferencias de criterios su cuadrilla decidió no sacar el paso. Un grupo de chavales muy jóvenes, muchos de ellos de 18 años, decidieron ser valientes y cargar el paso, a pesar de su inexperiencia y de no estar a la altura física de los veteranos cargadores. Echaron el resto debajo de los palos y le pusieron toda su ilusión y su coraje. Llegaron visiblemente agotados -en algunos momentos tuvieron que echarles una mano cargadores del palio, como por ejemplo la entrada en la Catedral-, pero los gaditanos supieron valorar lo que unos 'niños' estaban haciendo y se volcaron con ellos al paso de la Borriquita. Me contó uno de los jóvenes cargadores amigo mío, de 19 años, que hubo chavales que incluso salieron llorando de debajo a la entrada de la cofradía. Escucharle hablar del pasado Domingo de Ramos pone los pelos de punta, de lo que pasaron y de la experiencia dulce y amarga que tuvieron.



Seguro que esta historia tendrá sus mas y sus menos, que podrá verse desde muchos puntos de vista y que podrá ser incluso criticable, pero aquí tenemos todo un ejemplo de cariño y afición a la Semana Santa. Podemos sentirnos identificados con ellos, ya que en Málaga hay muchas hermandades cuyos tronos son sacados con mucha juventud en los varales. Los jóvenes, una vez más, han resuelto la papeleta y han demostrado que pueden, aunque estén solos en este caso, con un paso de Semana Santa.

Pablo Mapelli Lafuente.

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