Un año más, la Cuadrilla Azahar, los niños de Azahar, los Azahares o los niños a secas, como vosotros quieran llamarnos, se reúnen en una calurosa tarde de finales de Junio para ir a la popular barriada de Pedregalejos para tramitar la mesa del Carmen, y de esta forma tomar ya los primeros contactos con capataces y mayordomos.
Nos recibieron como auténticos héroes; ese día coincidió que trajeron el nuevo trono de Cristóbal Martos en orfebrería de alpaca plateada. La mesa, según Agustín, es la misma del año pasado, con lo cual íbamos a ir doce.
Este año, la Cofradía, como agradecimiento a nuestra labor inconmensurable y desinteresada debajo de los varales el año pasado, decidió imponernos la medalla de la Hermandad el día 14 de Julio en misa de ocho (2º día de Triduo de la Titular Mariana).
Llega el día de la procesión, quedamos todos en la Casa de Hermandad de Pasión, la cual, nos cedió sus instalaciones para que todos nosotros pudiéramos compartir un almuerzo todos juntos e intercambiar nuetras impresiones, nervios y risas previo a la salida procesional, por lo que también le estamos agradecidos a su Hno Mayor Antonio Sánchez y su Junta de Gobierno.
Llega las siete de la tarde del 16 de Julio, y nos plantamos los doce allí en Pedregalejos, estamos muy nerviosos, pero a la vez muy contentos y confiados porque sabemos y podemos, porque ese trono, como decimos nosotros “nos lo comemos con papas”.
Son muchas las anécdotas de ese día, como por ejemplo cuando le dediqué la marcha “Carmen Coronada” a un abuelo muy muy perchelero y muy carmelita; cuando cantamos “Encarnación Coronada” que Ángel le salió un gallillo; cuando fue el embarque y todos nosotros en el espigón de noche y con el fresquito viendo a nuestra Carmela pasar por delante nuestra en la barca; cuando Carlos salió a tocar la campana, que el trono voló… incluso él mismo nos comentó luego que creía que habíamos partido a la Virgen jajaja; cuando en el solo de Rocío el submarino dice de ponerse derecho y hace que los cabezas de varales se pongan tiesos; cuando acompasamos “Reina de Triana” que el Paseo Marítimo y el trono entero irrumpe en aplausos y vitoreos no para ella, que por supuesto se lo merece sino para, según ellos, ese submarino que llevamos debajo; o cuando Carlillos y yo nos envenenábamos y decíamos ¡ARRIBA, ARRIBA, ARRIBA, ARRIBA! y eso no había quien lo bajara. Y así podría seguir hasta rellenar un folio entero.
Ya por último agradecer una vez más a la Hdad del Carmen de Pedregalejos el dejarnos llevar a la Virgen del Trono al altar, que fue un momento íntimo y exclusivo para nosotros y daros las gracias a vosotros, Azahares, por hacer de nosotros, no sólo un grupo de “taraos” para meternos debajo de un varal, sino porque cada uno de vosotros, hacéis de esto una familia, un compromiso, una entrega y una verdadera forma de vivir la vida debajo de un varal.
Siempre tenemos que tener en cuenta que SOMOS AZAHAR FUERA Y DENTRO DE LOS VARALES.
Gracias familia, os quiero.
FDO: Enrique Isidoro Sánchez Rodríguez. Cuadrilla Azahar.
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