Dice el refrán " Tres jueves tiene el año que relucen más que el sol: Jueves Santo, Corpus Christi y el día de la Ascensión" ¿Jueves?... En Málaga no.
Este año, el Corpus pasará como otro más, poco que resaltar. Supongo que la idea de salir por la tarde, tampoco ayuda demasiado, lo que parece evidente es que de unos años a esta parte, poco ha evolucionado en la ciudad.
En esta ocasión, los miembros que componían el cortejo tuvieron la opción de volver a llevar cirios, tras la absurda prohibición del pasado año. Las hermandades con mayor número de hermanos en el mismo fueron las Penas, Dolores de San Juan y Calvario, nada extraño esto último. La carroza presentó alguna novedad estética, como los cuatro faroles que cedió la hermandad de salutación para la ocasión.
En cuanto a las calles del centro, destacar calle Larios, que lució engalanada, coincidiendo esta, con la mayor concentración de personas de todo el recorrido.
Sí es para plantearse, el tema de los altares. Si echamos un vistazo atrás, podemos recordar una cifra que superaba la decena de los mismos hace apenas una década, que contrasta con el total de cuatro, que se montaron este año en el centro.
El altar de la agrupación, fue majestuoso, novedoso y muy trabajado, mejorando considerablemente lo que había en años anteriores. Se nota la ilusión y ganas que ha puesto la nueva comisión de cultos del ente agrupacional encabezada por Rafael López Taza.
La hermandad del Rocío y las glorias también montaron altar en honor al Santísimo.
Mención especial a Humildad y Paciencia, por la constancia con la que preparan esta festividad, muy arraigada a dicha corporación nazarena y que sin complejo alguno, han dado una vez más, un comportamiento ejemplar de buen hacer. No hay en Malaga, otra cofradia que lleve mas años que ellos montando altar el día del Corpus de manera ininterrumpida. De ellos, sólo me puedo quedar con lo bueno, porque en parte, honran este día de la ciudad con su presencia.
Eulogio Abelenda
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