HERMANAMIENTO ENTRE LAS ENTRAÑAS DEL TRONO (Dolores Coronada) Y EL SUBMARINO DE LA ESPERANZA
3 de Septiembre de 2.011 – Archicofradía de la Expiración
Como Hermano de la Expiración e integrante de Las Entrañas del Trono de María Santísima de los Dolores Coronada, me siento muy orgulloso de lo que aconteció el pasado viernes 3 de Septiembre en la Casa Hermandad de nuestra Archicofradía.
Los integrantes de Las Entrañas del Trono tuvimos el placer de disfrutar de una espectacular noche de confraternización con nuestros hermanos del Submarino de la Esperanza, una cena celebrada en un enclave privilegiado como es la terraza de nuestra Casa Hermandad. El ágape estuvo acompañado en todo momento por la brisa, el sonido de marchas procesionales y hermosas vistas de nuestra ciudad, convirtiéndose en una magnífica velada llena de hermandad y convivencia cofrade.
Tras la cena, acudimos todos juntos a las capillas de nuestros Sagrados Titulares y en un acto muy emotivo, a los pies de nuestra Virgen, intercambiamos preciosos detalles, concluyendo con un Padrenuestro al Stmo. Cristo de la Expiración y un Ave María a Nuestra Madre de los Dolores Coronada.
Las Entrañas del Trono entregó al Submarino de la Esperanza:
Un cuadro con las imágenes de ambas titulares y una galleta personalizada de nuestra antigua túnica de Hombres de Trono.
Un facsímil de la carta de agradecimiento que en los años 50 remitió la Archicofradía de la Esperanza a la Archicofradía de la Expiración por acompañar nuestra Virgen a la Esperanza a su Iglesia tras salir en Procesión Extraordinaria por motivo del Año Mariano.
También, le hicimos entrega de una carta que plasmaba el acuerdo alcanzado por los integrantes de Las Entrañas del Trono el 2 de Abril: “Invitar a dos miembros del Submarino de la Esperanza a acompañarnos en Las Entrañas del Trono en la Salida Extraordinaria del 8 de Octubre con motivo del XXV Aniversario de la Coronación de la Virgen de los Dolores.”
Por su parte, el Submarino de la Esperanza nos hizo entrega de un gran cuadro que contenía dos láminas, una con la efigie de un Hombre de Trono y otra con un maravilloso y emocionante texto, obra de Paquito Jiménez Valverde, miembro de dicho Submarino, el cual rezaba:
"Donde la luz es tenue como el sueño de los brillos y el metal, arcano lienzo que derrama su quietud callada. Donde los “crujios” son antiguos serenos del esfuerzo que velan los claroscuros de la madrugada y la mecida un tic-tac de varales que marca el compás. Donde la noche huele a metal o madera y la luna es de azabache de infinito dolor o verde como un ancla eterna. Donde el espacio es un universo de negro firmamento o un alma blanca con pliegues de romero y las traviesas cirios de herrajes forjados en las fraguas del compañerismo. Donde el silencio se oculta para ser el emperador de las maniobras que no se ven y las palabras rezos y los rezos ánimos y los ánimos esfuerzos y los esfuerzos hombros que engrasaron la maquinaria de los riñones con la palanquita de la firmeza. Allí y sólo allí, donde no Se le ve la cara, donde sólo se dice Su nombre y se van dejando los años junto a Ella. Allí, en las mismas entrañas de Su dolor, donde el aire es denso de agarrarnos a un poquito más y los pasos medidas composiciones en el pentagrama de la calle. Allí, en el verde más verde, en el submarino con más varales, donde el compañero es un hermano de sangre de esfuerzo y sentimientos. Allí, donde nadie Las ve, pero crujen Sus nombres, dicen que todas las primaveras Sus Dolores llaman a su gente y unos niños que aprendieron a ser hombres guardan el secreto de su Esperanza.
En Málaga, a los dos días del mes de septiembre del año dos mil once, cuando se unieron los grujidos de unos varales de Dolores con aquellos otros de Esperanza".
Finalizado el acto en las capillas, subimos nuevamente a la terraza a seguir compartiendo vivencias, risas, copas y charla hasta altas horas de la madrugada, en un ambiente de hermandad inmejorable.
Y es que, aunque unos la llamemos Dolores y otros Esperanza, ambos llevamos sobre nuestros hombros a la Madre de Dios, ambos queremos lo mejor para Ella y como Hombres de Trono, lo mejor para nuestra Semana Santa. Esto es con lo que me quedo, con el espíritu de lo vivido aquella noche: “Los Hombres de Trono de las distintas cofradías tenemos más cosas en común que nos unen que diferencias que nos separan”.
Por último, quiero y debo agradecer de todo corazón:
A nuestra Archicofradía por abrirnos las puertas de la Casa Hermandad y de las capillas para celebrar esta hermanamiento.
A Paco Peregrina, por su trabajo, paciencia y dedicación en los preparativos de la cena, y sobre todo, por lo bien que estuvo todo. Agradecimiento que hago extensible a sus camareros y cocinero, a Javi Gordillo, Juan Antonio Nieto, Paco Lucena y cuantas personas colaboraran de alguna manera en la organización del evento: Chari, Ana, Ramón García Valdecasas, ect…
A Miguel Alfonso, Hermano Mayor de la Expiración, gracias por ser uno más en todo momento brindándonos tu ayuda.
A Dani González, por estar siempre ahí, además esta vez, con tu inseparable cámara de fotos jugándose la vida subido en una escalera para sacarnos la mejor instantánea.
A Rafa Jiménez, archivero de la hermandad, por facilitarnos la copia de la carta del archivo que entregamos en las capillas.
A nuestros amigos y hermanos del Submarino de la Esperanza, por compartir con nosotros esta noche tan especial, siendo partícipes de la misma de manera ejemplar.
Y como no, a mis hermanos de Las Entrañas del Trono, por ser tan magníficos anfitriones y mostrar una vez más su compromiso con este grupo asistiendo a la cena.
-Jose Antonio Beltrán (Miembro de Las Entrañas de Mª Stma. de los Dolores Coronada)-
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