Aun con un perceptible paso adelante, este Málaga sigue todavía a mucha distancia de lo que necesitará cuando comience la temporada oficial. Dentro de la espesura, el equipo al menos tuvo más verticalidad y ocasiones. Además, apenas ofreció concesiones a un decepcionante Hamilton, que a pesar de ser de la máxima categoría en Escocia evidenció el tremendo escalón que separa a Celtic y Glasgow Rangers del resto de equipos.
Jesualdo Ferreira dispuso esta vez de salida un 4-3-3, el que se presume que será habitual durante el curso, con Juanmi y Luque como escuderos de Rondón, y con la presencia de Eliseu en zona interior del centro del campo como principal novedad. Haciendo uso del laboratorio de pruebas que es una pretemporada, el técnico va analizando las posibilidades de un jugador u otro en diferentes zonas del campo, pero no dio la impresión de que el luso ofrezca grandes facultades para asociarse, por más que haya madurado mucho tácticamente desde su llegada a España.
Tampoco los recientes fichajes entusiasmaron. A Sandro Silva se le ve aún falto de fondo, y eso le lleva a incurrir en errores que en su plenitud no llegarían. Malagueño quiso arriesgar más de lo posible en la salida del balón, y Rondón no tuvo opciones para rematar y estrenar ya su cuenta realizadora.
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